Actualidad de la pena capital

Vuelve a la actualidad la pena de muerte con el descubrimiento de los crímenes cometidos por Juan Carlos Aguilar, el pretendido ‘shifu’ (maestro en chino mandarín), que se hacía llamar Huang. Parece ser que no sólo actuó criminalmente en el País Vasco, sino que mantuvo vínculos con el templo berlinés Ozean der Ruhe. La gente ha gritado en Bilbao: «Hay que matar a este hombre». Pero la pena capital fue abolida por la Constitución de 1978 (art. 15) y tampoco se puede imponer la cadena perpetua, ya que, según el texto constitucional, las penas privativas de libertad estarán orientadas hacia la reinserción social (art. 25, 2), lo que sólo es posible con una limitación temporal de la prisión. Lo que parece cada día más aconsejable es la aplicación de la pena permanente revisable, es decir, con un límite de la prisión hasta que el recluso, mediante periódicos exámenes de conducta, acredite que ya puede gozar de libertad, reinsertándose en la sociedad. Es un asunto que periódicamente hemos de recordar, pues la gente ya grita en las calles.